viernes, 28 de febrero de 2014

LA DICHA DE SER PADRE

Hoy visité a mi hija en su hogar, ubicado en Brandenton, Florida, me llevo 6 horas en una van especial desde Miami, no pude almorzar por el horario, para variar viajas incomodo y aburrido ya que en la Florida no se ven los paisajes que se pueden disfrutar en otras partes del mundo.
Pero en fin llegue súper emocionado como cual niño cuando llega las 12 en el día de navidad, la van me dejo en las afueras de un supermercado muy conocido en este país, y ni bien llegué llame a su mamá, para que me puedan recoger, espere unos minutos y de pronto vi una mano que me hacía señas de un carro blanco, y adivinen que, una hermosa sonrisa se mostraba destellante por la ventana(que no era la de su mama por supuesto) y en eso escuché de manera sublime PAPA! , y allí estaba la luz de mis ojos, la única mujer que me espera más feliz que nunca así pasen meses de no vernos, abrió la puerta sin que el carro se halla detenido, su mamá grito a ella no le importo, ni a mí tampoco su acción temeraria, y hasta que por fin llegó ese abrazo y ese beso que tanto estaba esperando desde que me levante ese día. Allí estábamos mi hija y yo, mi Azúcar y su Papito, su padre y ella, el tiempo parece que se detuvo por unos segundos inclusive un carro paro generosamente ya que estábamos en medio de la calzada, tal vez conmovido por ese  prolongado abrazo y esa felicidad que irradiaban las muestra de afecto sincero que mi Katy y yo enardecidamente manifestamos.
Después fuimos a cenar, como siempre fue un sufrimiento hacerla comer, pero en ese momento me pareció disfrutarlo, conversamos mucho, reímos, arreglamos su habitación, y de verdad que la pase divinamente, el solo verla sonreír me cambia el ánimo y el mundo se me muestra  resplandeciente.
Valió la pena el viajecito así sea hasta la China creo que lo haría de nuevo, gracias hijita por ese momento tan especial, y para aquellos que son padres se deberán estar imaginando lo bien que me siento en estos momentos.
Gracias Dios mío
Por esa  dicha de ser padre.
Jorge Horna.                     

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