jueves, 27 de febrero de 2014

¿Dónde vives?

Por muchos años trabajé en un barco, compartía la habitación con un compañero, había un baño, un par de camas estilo camarote, una televisión, una mesa con una silla, 2 armarios y nada más; pero aprendí a valorar a mis compañeros cuando tuve uno que la verdad hacia que la convivencia sea poco grata, era de la India y solamente pensaba en el mismo, a diferencia de mi último compañero que era de Turquía, el cual era una persona con el cual compartíamos mucho, conversábamos mucho acerca de fútbol
y la vida, bromeábamos, compartíamos si comprábamos bocaditos y/o bebidas, si alguno de nosotros se le acaba el detergente, pasta de dientes o algo por el estilo, el otro le prestaba, ya después  correspondiendo la amabilidad la otra parte compraba mas para devolverlo, y la verdad si nos olvidábamos de el préstamo que se nos hizo, la parte que compartió no se molestaba, es que la verdad llegamos a ser muy amigos como una familia, muy diferente al primero y eso que los dos eran musulmanes, pero el habito no hace al monje.
Ahora te daré 2 ejemplos para hacer sentir más mi punto:
*Compañero de la India: Tenía amigos, pero nunca lo invitaban a  reuniones o fiestas, le gustaba beber solo en su cama el dormía en la de abajo, una vez él estaba muy borracho, yo llegué y para apaciguar las cosas le dirigí la palabra, conversamos mucho, el pareció muy animado, claro nunca me invito ni un poco de su wiskie; tenía una bella casa en la India, me mostró la foto, y le pregunte si estaba casado me dijo que no ya que las mujeres en su país eran unas convenidas, y le pregunte vives con tus padres no ya que su madre era una metiche y su padre un renegón respondió, entonces con quien vives en tu casa pregunté,  yo solo me contestó; y no te sientes triste, con tremenda casa y no poder compartirla, le pregunté de nuevo, me dijo que no y se metió un sorbo de su wiskie, cambié el tema y seguí preguntando cosas y me di cuenta que era un alma solitaria e infeliz, que pensaba que la felicidad era estar en una casa inmensa, tal vez para que la gente que ignoraba su verdadera faceta lo envidiase y pueda sentir una satisfacción al menos; luego el  me preguntó y tú tienes una casa, tengo 2 departamentos que alquilo le conteste, y me dijo que esperas para vivir en ella, y yo exclame bueno tener un hogar primero, para que vas a comprar un refrigerador si no vas a poner alimentos en ella, el se río de mí y me dijo que la  tranquilidad de uno no tiene precio, y yo no le respondí nada, primero porque no me importaba su infelicidad y segundo porque para mí la tranquilidad esta en uno mismo en el interior y no necesitaba de estar aislado para encontrarla, me dio mucha pena, el compartir, el dar sin esperar algo a cambio, la caridad, y todas esas cosas que a uno lo enriquece como persona no existían en el, es por eso tal vez que deseaba estar solo, el confundía la tranquilidad con silencio, ya que nunca iba a encontrar esa tranquilidad que el profesaba, es que para convivir necesitas saber compartir.
*Compañero de Turquía: Esta es más fácil, no era ni el más jovial, ni un santo, pero una vez conversamos acerca de este tipo de la India, que era musulmán como él, y él me dijo algo muy cierto, una casa tiene un valor y cuesta construirla, un hogar no cuesta nada construirlo y es invaluable, en pocas palabras, lógica empresarial “buscar construir un hogar es mejor negocio”.
Me di cuenta en estos 10 años de estar en un barco, que el precio de un hogar es incalculable, y el hogar no es solo formado por una pareja e hijos, el hogar se forma con gente que se quiere y se apoya, que comparte, que esas frías paredes hechas de cemento se llenen de calidez, pero de calidez humana, que este decorado de sonrisas y alegría, que este iluminado por los valores que en ella se profesan y que si es necesario agotar todos tus esfuerzos para mantenerlo solido, debes de hacerlo sin importar el precio que debas pagar por ello, y para terminar no creo que este hombre que quien hacía referencia pueda comprar un hogar así como compró su casa, ya que la billetera para esto se encuentra  en su corazón y espero que algún día la quiera abrir, ustedes que creen.
Jorge Horna!!!!!


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