Seguro muchos dirán que otra vez?, y es que como mencione
antes, comparto cosas que vivo para poder quizá ayudar a ver las cosas de otro
punto de vista, transmitiendo mis emociones y sentimientos , haber si por allí
alguien que se sienta identificado con mis escritos pueda sacar algo valioso de ellos.
Y es que después de una semana volví a viajar a Bradenton,
Florida; para visitar a mi hija, para comenzar, a la mañana siguiente de mi llegada, fui hasta
su casa y me recibió con un rico desayuno, que no venía con nuestros ricos
tamalitos, una tortillita u omelette de huevo (Como se llama acá en USA) o tal
vez un rico jugo mixto de frutas; pero no puedo negar que fue el desayuno que
haya sido preparado con mas amor en este mundo, solo para dibujar una sonrisa
en mis labios y llenarme de alegría.
Como ustedes saben muchos años yo trabajé en las líneas de
cruceros, estando siempre lejos de mi hija, cada vez que llegaba a Perú para
pasar las vacaciones correspondientes, trataba en lo posible de pasar mucho
tiempo con ella, que la verdad no siempre era posible ya que el colegio se
interponía y tenía que ayudarla a prepararse para los exámenes o ayudarla con
las toneladas de tarea que normalmente se les deja a los niños para el hogar,
es decir el tiempo para disfrutar era corto; pero a ese corto tiempo yo siempre
trate en mis posibilidades de añadirle la mayor calidad posible, y la verdad es
que nunca me sentí satisfecho de ello, ya que tenía que regresar a trabajar por
6 meses de nuevo, en pocas palabras el tiempo compartido con ella no era mucho,
es mas nunca lo fue.
Pero créanme siempre intente arrancarle una sonrisa a cada
momento, esa era mi premisa, ya que esa sonrisa para mí no tenia precio, es por
eso que tal vez nunca saque una master card (jeje una broma para amenizar la
historia), y si amigos lectores siempre di lo mejor de mí a pesar que siempre
pensé que estaba de mas, ya que siempre tenía que regresar a trabajar;
inclusive después de tener el tan ansiado ascenso a asistente de gerencia,
terminé por renunciar a ello ya que mi hija ya se había mudado a su actual
residencia y yo que me vi siempre
obligado a responder como padre deje el puesto para volver al anterior, ya que
este me daba la chance de poder visitarla más seguido que no era tanto tampoco,
y poder tratar de darle un tiempo de calidad como siempre trate de hacerlo, ya
que la realidad me decía que era lo único que podía hacer.
Y que quiero decir con esto, que aprendí algo, que en esta
vida donde uno por razones entendibles tiene que sacrificar tiempo con sus
hijos, ya que el mundo actual nos exige a trabajar a veces más de la cuenta, para darles un futuro
mejor, ya que en esta vida el que no se prepara de la mejor manera no triunfa, y a veces la única manera de sobrevivir
en este mundo es así, porque nadie te regala nada, y es por eso que muchos de
nosotros con el dolor de nuestro corazón
sacrificamos ese tiempo, solo para darles una educación digna, y que más
tarde ellos se enfrenten a este mundo cruel, con las armas necesarias porque
nadie quiere verlos sufrir por las consecuencias de no estar preparados para
afrontar una vida que se torna más dura cada día. Pero no debemos de sentirnos
mal por eso, porque los niños y el ser humano en general, somos inteligentes y
entendemos lo duro que es esto, y no exigimos cantidad sino calidad, y eso hizo
la diferencia en mi viaje, porque mi hija me regreso eso, fueron cortos 5 días
pero de calidad, donde compartimos mucho y me hizo saber que siempre me
preocupe pero por nada, porque esos pocas semanas que yo le ofrecía, las
ofrecía con todo mi corazón, y que uno cosecha lo que siembra, y de repente
nunca nos veremos por mucho como siempre lo fue, pero cuando nos veamos el
tiempo se extenderá, los minutos parecerán horas y los días parecerán semanas,
y ese corto momento se volverá extenso porque será de calidad.
Así que amigo lector, no importa si el trabajo no te deja
mucho tiempo para disfrutarlo con los que amas, siempre habrá un tiempito tal
vez corto, pero si le das toda tu atención,
valdrá mucho, así que ahora llega a tu casa, y dales el tiempo que
tengas para ellos y hazlo con mucho amor, que eso es lo que ellos buscan, hasta
ahora me acuerdo lo que mi hija me dijo en la despedida, GRACIAS PAPA KOKI POR
VENIR A VERME POR TANTOS DIAS, al final
ella me dio la respuesta no fueron 5 cortos días, fueron 5 largos días de amor
y cariño.
Hasta la próxima!
Jorge Horna.
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