Las redes
sociales están muy activas y agitadas por los atentados en Francia y por la
cruenta guerra desatada en Siria desde hace algunos años, y nosotros como es
normal nos indignamos por tan repudiables hechos; los videos difundidos en
internet acerca de estos penosos acontecimientos, han soliviantado a más de uno incluido a mí, que
llegué a soltar lágrimas por las chocantes imágenes sobre los niños de Siria.
Como todos
sabemos, los ataques a Siria son producto de intereses altamente económicos; el
presidente Sirio Bashar Al Assad que lleva ya 15 años en el poder, sabe que
está parado sobre quizá, el suelo más rico del mundo en estos momentos; ya que
Siria es probablemente la reserva de gas más importante del planeta; hace
muchos años atrás la lucha por el petróleo la ganó Estados Unidos, haciendo que
Rusia fije sus horizontes en el gas; actualmente este componente se ha
convertido en la fuente energética del futuro, es aquella que determinará la
próxima gran potencia mundial. Rusia creó una poderosa empresa gasífera llamada
Gazprom, la cual es la que está liderando la distribución del gas en Europa;
los soviéticos aliados con los chinos tienen un proyecto llamado Stream que
distribuiría gas desde Siria y Líbano a Europa; mientras que los gringos,
unidos con Francia, Gran Bretaña y Turquía tienen un proyecto llamado Nabucco
que desea lo mismo, pero va con desventaja ante el proyecto Ruso-Chino.
Así como
los conquistadores españoles, se apoderaron sangrientamente del imperio incaico
por oro; así como Estados unidos e Irak crearon una intensa guerra en el medio
oriente por petróleo; hoy los gigantes “comunistas” y los gigantes
capitalistas, están desatando una encarnizada guerra por el gas. Y desde aquí
empieza las preguntas, ¿Por qué queremos ser más poderosos?, ¿Por qué el dinero
(cual es importante, pero no indispensable) se vuelve indispensable por muchos
para vivir?, ¿Por qué la ambición nos lleva a extremos inimaginables?, definitivamente
este mundo ya no es sano para vivir; así como China se ha convertido en el
gigante comercial gracias a la injusta explotación de su clase trabajadora; así
como el Perú destrozó a Cerro de Pasco y los pulmones de sus habitantes solo
para agigantar su potencial minero; así como la Chile de 1800 inició una guerra
tonta por el salitre, resquebrajando la unión y respeto mutuo de pueblos
limítrofes; hoy en día, esta estúpida guerra entre un dictador como Al Assad que desea seguir con la alianza
China-Rusa por intereses de bolsillo solamente, y unos rebeldes contra el
gobierno de Al Assad que son apoyados por los capitalistas (Usa, Francia y
Cia.) por razones más que obvias; se enfrentan con tanta vehemencia, sin
importar que esa pobre gente inocente que no espera nada del gas que habita su
subsuelo, pague los platos rotos con tanto sufrimiento y dolor.
Con respecto
a lo de París, no estoy de acuerdo con lo que ocurrió definitivamente, pero yo
no creo que esos ataques se hayan dado por razones religiosas como dicen, ¿qué
París fue castigada por fanáticos, por ser una ciudad libertina?; son
pamplinas, si hubieran querido castigar a una ciudad libertina lo hubieran
hecho con Ámsterdam no creen; todo esto es producto de los enfrentamientos por
el gas. Y con esto no solo quiero, ir en contra del presidente Sirio; los
ataques a Paris hace unos días y la del metro de Londres en el 2005, son
respuestas por la misma guerra que sus mismas autoridades iniciaron, a esta
gente no le importa ni su mismo país, que culpa tiene esos parisinos y
londinenses muertos, que sacarán ellos de la nueva torta llamada “GAS”; no
esperemos que si los gringos pierden la guerra, quieran entrar con fuerza a
Perú y Bolivia por el gas, hasta son capaces de quitarle el mar a Chile, para
que los bolivianos los puedan exportar vía marítima.
Dios guarde
en su gloria, a todos esos muertos que originan y han originado estas estúpidas
guerras!
Jorge
Horna…..!