Todos hemos escuchados palabras que empiezan con este
prefijo, tales como EGOísta, EGOcéntríco, EGÓlatra y quizá en menor medida, la
palabra EGOtista; hace unas semanas, estuve haciéndole un tour por la bella
Lima, a una pareja Española muy simpática (Carolina y Juan); luego del
almuerzo, el tema acerca de Lima y la historia peruana, dejó de ser el asunto
principal de la conversación; pasé de ser emisor de información, a receptor de
ella, ya que Carolina, quien es psicóloga y socióloga, me empezó a hablar
acerca de estas palabras tan conocidas por todos.
Según ella, el ser humano es egoísta por naturaleza; si nos
basamos en el diccionario, el egoísmo es el amor excesivo de sí mismo,
descuidando a los demás; la única diferencia entre egoísta y egoísta, es en la
dimensión de nuestro egoísmo; algunos lo son de manera “sana”, como cuando
piensas primero en ti, pero siempre estas pendiente de apoyar y/o ayudar a las
personas de tu alrededor al mismo tiempo o una vez tus necesidades estén cubiertas;
o de manera “insana” cuando nunca, ni siquiera una vez satisfechas tus
necesidades, volteas a ayudar y/o apoyar a alguien, solo siempre y cuando, esa
ayuda brindada te genere un beneficio; según yo, entiendo que el egoísmo
depende mucho de tus valores morales, el nivel de egoísmo mide al mismo tiempo
tu nivel de generosidad.
Pero por ejemplo, una persona egoísta no necesariamente es
egocéntrica; digamos que un egocéntrico puede ser en cierta manera generoso, si
nos basamos en el diccionario, egocéntrico es aquel que considera que es el
centro de atención de todo aquello que esta a su alrededor; tiene una
percepción distorsionada del mundo, es decir esa persona tiene una clara falta
de objetividad, su nivel de percepción es muy pobre, digamos que todo lo que
sucede es porque quieren molestarlo o agradarlo a él (ella), nunca puede pasar
algo por otra razón, que no sea esa por él o ella misma. Pero existe otra
distorsión del ego, llamado egolatría, que basados en el diccionario es el amor
o adoración excesiva de sí mismo; según la señora Carolina, este caso es aún
más distorsionado que los anteriores, esta persona puede ser capaz de compartir
y no sentirse el centro de todo, pero definitivamente tiene un problema mental,
que le impide ser modesto, es una persona que se cree perfecta en todos los
sentidos, es como un narcisista al cubo, ya que no solo se cree perfecta
físicamente, sino en todos los sentidos habidos y por haber, todo le parece
insignificante para él (ella), hagas lo que hagas por esa persona, le parecerá
poco para lo que él (ella)representa para sí mismo (a) y no lo valorará.
Y para terminar, me mencionó la palabra egotista, que nunca
la había escuchado; si me baso en el diccionario, egotista es aquel que desea
hablar de él mismo todo el tiempo; ósea el egotista puede ser generoso, no se
cree el centro del mundo, ni se cree perfecto, pero siempre tendrá la necesidad
de hablar de él mismo; es como que se origina un sentimiento que te impide ser
humilde y escuchar lo que otros tienen que expresar; por ejemplo, el ególatra
no cree tener defectos, mientras el egotista si lo cree, pero hablará de sus
defectos y/o especialmente de sus virtudes todo el tiempo, sin dejar escuchar
acerca de otras personas.
Bueno ya para concluir, podemos darnos cuenta que este tipo
de distorsiones del ego, son diferentes entre sí; pero lo único que tienen en
común es su origen, lo cual son las inseguridades o miedos que guarda esa
persona desde su niñez o adolescencia, por eso que tratan de enfocarse en ellos
mismos, ya que normalmente siente que nadie más lo hará; esto se puede originar
por rechazos o discriminaciones sufridas durante sus etapas antes de su mayoría
de edad. ¿Tienes hijos? Pues trabaja mucho en su seguridad y autoestima, para
que esta no se distorsione y puedan evitar tener estos problemas psicológicos,
que podrían bloquear su desarrollo social.
Mi ego no pudo conmigo y pude compartir con ustedes………
Jorge Horna!
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