viernes, 4 de agosto de 2017

INFELICES FIESTAS PATRIAS


A mediados de julio, mis padres me hicieron recordar,  poner la bandera peruana en el edificio; luego de eso me di cuenta, que muchas casas no tenían puesta la bandera en su fachada, cosa que era muy extraña años atrás, y fiel a mi costumbre, me pregunté ¿A qué se debería esto?; lo primero que me pasaba por la cabeza en ese momento, era que habían 2 ex presidentes presos, uno prófugo y uno con fuertes cuestionamientos por la aparición de las iniciales AG, al lado de la palabra “Olmos” en las agendas de Marcelo Odebrecht.
Y quizá sea que estos acontecimientos, que sin duda causan vergüenza, son los responsables por lo cual nosotros (mi familia), mis vecinos y muchas casas de Lima metropolitana, no lucen orgullosamente la bandera bicolor en sus fachadas. Pero, hay que reconocer que todos estos políticos corruptos, crecieron, estudiaron y se formaron en el Perú, no son de otro país, ni de otro planeta; ellos son el reflejo de nuestra sociedad “modelo”, una sociedad donde no respetamos las reglas de tránsito, donde hacemos lo imposible por evadir impuestos, donde se compra cosas robadas y exigimos que se elimine la delincuencia, donde nos quedamos con el vuelto de las compras que nos manda mamá, etc.
En mis tiempos de marino (barcos cruceros), conocí en la isla de Puerto Rico, un señor que lo llamaban Don Tito, él siempre tomaba su café en un local que quedaba entre la calle Luna y la calle Sol, a media cuadra de la catedral del Viejo San Juan; en una de las veces que fui por allí, tuvimos una conversación muy interesante, que quiero tocar ahora; ese día hablamos de la corrupción, Don Tito me comentó una teoría, del premio nobel de Economía del 93’ Douglas North, que dice más o menos así; hubo diferencias entre las colonizaciones de los Españoles (Actual América Latina) e Ingleses (Norte América Anglosajona); la corona española, envío gente a América solo para enriquecerse a costas de sus recursos, como oro  y plata; el único interés de los españoles, era que se extraiga todos los minerales posibles, para poder convertirse en la nación más poderosa de Europa; los españoles arraigados en América, no eran nobles ni ricos en su país, entonces buscaban convertirse en nobles y además ricos en América, ante el limitado control de la corona sobre estas tierras, muchos de los españoles encargados aquí, buscaban enriquecerse a toda costa, para poder tener lo que nunca tuvieron en España, de ese modo buscaban la manera de hacerse de más tierras y latifundios de manera ilícita, siempre buscaron su propia conveniencia, “sacándole la vuelta” a la corona española; sabían que por ser españoles, en una tierra de pocos españoles, tendrían mejores oportunidades que en su país; lo cual lógicamente, estaba lleno de españoles.
Mientras que en Inglaterra, llegaron muchos franceses, que tras los problemas originados en su país, buscaron asilo allí; esta protección se les concedió, pero con la condición de que emigren a América, para que inicien una nueva vida; juntos con ellos emigraron muchos ingleses que fueron discriminados por sus creencias distintas, al igual que irlandeses y escoceses por la misma razón; estos colonos, vinieron a iniciar una nueva vida, a crear de este nuevo lugar una nueva patria, es decir la trataron diferente, la corona inglesa, no estaba interesada en estas nuevas tierras; obvio que ambos fueron crueles con los indígenas, los ingleses los exterminaron, quizá los españoles no tanto así; pero el punto, es acerca de la nueva mentalidad que se estaba iniciando en las nuevas colonias; mientras en el norte la lucha por una nueva patria se estaba forjando, en el sur la avaricia y el interés egoísta desmedido, estaba tomando fuerza en los criollos, quizá de allí nació el término “la criollada”; no se sí la teoría de Don Tito sea 100% cierta, pero tiene mucho de lógica.
Solo quiero terminar, expresando que tengamos presente la vergonzosa situación, por la que está atravesando el país con el caso Odebrecht, y que comencemos a tratar de cambiar esta situación, empezando por nosotros y por nuestros hijos, dándoles un ejemplo de cómo debemos conducirnos, para que nuestro país comience a cimentarse en los valores que tanta falta nos hace.
Lamentablemente, la P de patria, está justo en el medio de la palabra corruPción; si, allí enquistada……

Jorge Horna!    

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