Era el año 1994, yo estaba estudiando en Cenfotur, me habían
solicitado resaltar las bondades turísticas de mi distrito, en una asignación;
sé que en Bellavista no hay mucho que hacer, así que decidí hacer uno del
Callao; gracias a Dios que mi abuelo Santiago era el asesor perfecto, me
recomendó los lugares a visitar y con mi papá fuimos a tomarle fotos a todos
los lugares recomendados; esos días, el día que fui a tomar las fotos con mi
viejo y el día de la extensa explicación de mi abuelo, me di cuenta que vivía
en una ciudad que tenía mucho que ofrecer.
Según lo poco que sé, el valor turístico de un lugar se mide
por la variedad; existen muchos tipos de turismo, como el histórico, cultural,
ecológico, de aventura, gastronómico y de relax; mientras más variedad
turística tiene un lugar, su potencial crece, ya que sus visitantes tienen
diversas opciones, para satisfacer sus diferentes intereses; por ejemplo una
familia, cada uno con un interés turístico diferente, puede ir al Callao y
disfrutarlo de varias maneras; si a uno de los miembros de la familia, le gusta
la historia, puede dirigirse a los museos de dos de los tres grupos que componen
la fuerzas armadas nacionales; uno es el Ejército, que está dentro de la
Fortaleza del Real Felipe y el otro la Marina de Guerra, que está en el museo
naval; ambos museos poseen la historia más completa que se pueda encontrar en
el país, acerca de estas 2 gloriosas instituciones militares.
Si otro miembro de la
familia, le gusta la ecología y naturaleza, puede trasladarse hasta el muelle
Dársena, allí abordan una embarcación con destino a las islas palomino; que a
diferencia de otras reservas naturales, esta no te exige viajar por demasiadas
horas, además allí si está permitido nadar con los lobos marinos y estar en
contacto con estos maravillosos animales; definitivamente sentir la fresca
brisa marina en tu rostro, lanzarse libremente al mar y apreciar la naturaleza
en todo su esplendor, es una experiencia única y placentera. Si tal vez otro
integrante de la familia, se inclina más por lo cultural, tiene una nueva e
interesante opción, que es el recuperado callao antiguo; el cual es un espacio
de calles adoquinadas, casonas de principios del siglo pasado, un imponente
edificio llamado “Casa Ronald”, el cual se ha convertido en una gran galería de
arte contemporáneo, donde sus elegantes detalles de bronce y la frescura de su
marmoleado piso, le dan un toque especial al arte abstracto y peculiar que
ofrecen sus interiores; también, se puede caminar de manera segura por las
antiguas calles chalacas, que se contrastan lucidamente con la osadía y
extravagancia del arte urbano (grafitis); definitivamente una atractiva
propuesta cultural, que no se puede apreciar en otros centros históricos del
país.
Quizá dentro del grupo familiar, existe aquel que le gusta
lo poco tradicional, a ese que nada le convence, porque puedes ver lo mismo en
otros lugares; pues se puede dirigir al único Submarino-museo del país, un
lugar donde la experiencia de ser submarinista por un día se puede cumplir,
probablemente sea una experiencia difícil de vivir en alguna parte del planeta;
por último, ese tipo de turismo por la cual el Perú brilla; si, ese que le
gusta a todos, el turismo gastronómico; definitivamente el aporte gastronómico del
Callao es indiscutible, la insuperable cremolada de fruta, la suculenta
parihuela, los refrescantes choros a la chalaca, el revitalizante caldo de
choros, la deliciosa huevera frita o el clásico pan con chimbombo (sanguche de
pejerrey arrebozado), obviamente acompañados de la rica Pilsen Callao, la chela
más rica y vendida del país; esto lo puedes probar en los restaurantes punteños,
en el icónico barrio de Chucuito o en el inacabable Rovira, aquel antiguo
Restaurant bar chalaco donde se grabó la película “Los viejos amigos”. Para
terminar, el Callao es un lugar que muchos hemos dejado olvidado, es un lugar
donde creció mi madre y mi abuelo, un lugar lleno de historia, de cautivantes
parajes marinos, donde la elegancia de antaño juguetea con la audacia del arte
moderno, donde la fresca brisa marina reina como si fuera dueña del lugar y su
gastronomía te seduce a disfrutarla.
Si alguien está interesado en visitar el Callao, de manera
segura y diferente, RPC 986 872 740…
Jorge Horna!
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