Una vez,
trabajando en Cusco conocí a una pareja sueca, ellos estaban viajando por el Perú
ya casi por el espacio de 3 meses; esta pareja escandinava, estaba maravillada
de la riqueza cultural, étnica, gastronómica y geográfica del Perú; esa tarde
en una de las plazas, pudimos intercambiar información, acerca de la fusión a
la que el Perú ha sido sometida por años, un mestizaje bendito que nos ha
convertido en un país sorprendente.
Si nos
referimos a la fusión gastronómica del Perú, quizá la Carapulcra sea la que nos
represente mejor, como sabemos está hecha a base de papa deshidratada, lo cual
fue un gran legado que nos dejaron nuestros ancestros prehispánicos; se le añadió carne de cerdo,
que fue traído por los españoles en la colonia; después se le agregó ají panca
y maní, esto fue incorporado por los negros esclavos africanos, que llegaron a
trabajar en los cultivos de algodón, a ellos se les daba la papa deshidratada,
restos de carne de chancho, y algunas especias para que se cocinen, la raza
afroperuana se encargó de darle ese sabor peculiar a nuestro antiquísimo plato;
también , recordemos que se sirve con sopa seca, que se basa en tallarines
preparados con albahaca, como el espagueti al pesto, que llegó gracias a los
inmigrantes italianos, estos se dirigieron al sur para producir vinos; allí este
plato fue preparado de manera diferente por los negros chínchanos y
pacatánnnnnnnn , nació un plato de varios condimentos culturales y étnicos, que
se terminó llamando creativamente como “manchapecho”, nombre bien al estilo perucho.
Y así,
tenemos para hablar de la fusión del “Chifa”; de los picarones, que son los
buñuelos españoles, amestizados por las manos de negras y mulatas, usando algo
de zapallo y camote (productos andinos) en la masa; hasta el mismo cebiche, que
empezó con la maceración de pescado con jugo fermentado de Tumbo (fruta local),
luego a la llegada de los españoles se le cambió por limón, para terminar acompañándolo
con la cancha serrana y camote.
También,
esta fusión se puede apreciar en nuestra música, como nuestra afamada marinera,
que según dicen los historiadores, esta puede provenir de una fusión musical
muy heterogénea; se han visto huacos mochicas con figuras que denotan
personajes usando pañuelos y con la mano en la cintura, probablemente se trate
del baile prehispánico llamado Zamiquiqui, esto pudo haberse fusionado en
primera instancia, con un baile llamado la Jota española, donde básicamente
existe un parecido en la posición de los brazos y algunos pasos, finalmente se nota
un poco de influencia del Lundu (danza africana que más tarde se llamaría
Landó), por el coqueteo entre la pareja al bailar.
Ya para
terminar, quiero indicar que en la actualidad, somos o nos identificamos como
mestizos, alrededor de un 57% de la población, según un estudio de la
Universidad Católica (2017); como pueden ver, más de la mitad somos o nos
consideramos mestizos, mezclados, pateados o como queramos llamarnos; gracias a
eso, somos una de las mejores gastronomías del mundo, tenemos más de 50
expresiones musicales; por otro lado nuestro territorio tiene 3 regiones naturales
y 8 pisos altitudinales completamente distintos, a nuestras costas las bañan 2
corrientes marítimas distintas, Humboldt (fría y rica en peces) y del niño (tibia
y atractiva para turismo); así quizá, me cansaría de enumerar nuestra mixtura en
todos los ámbitos, una mixtura donde reposa nuestra grandeza; al final, no
importa que respondiste en la pregunta 25, eres peruano.
El que no
tiene de Inga, tiene de mandinga………
Jorge Horna!