Una de las experiencias, que más he disfrutado desde que
estoy residiendo de manera permanente en el Perú, es sin duda la de viajar en
Kombi; nombre que originalmente proviene del segundo vehículo construido por la
internacional Volkswagen después del Escarabajo, la cual es una especie de
minibús, que ahora se usa normalmente para el dispenso de sanguches en las vías
públicas de nuestra gran Lima.
Muchas gentes dirán, este está loco, como te va a gustar
viajar en esas diminutas unidades de transporte donde se viaja súper incomodo;
seguramente yo tengo otra manera de viajar, normalmente la gente viaja
chateando o escuchando música, más yo lo hago observando de lo divertido que
nos vemos los limeños viajando a nuestros destinos diarios. Yo al ser independiente no tengo una ruta
fija, más bien voy de lugar en lugar, tomando distintas rutas; esta experiencia
se inicia esperando en el paradero por la unidad de transporte, ahora ya en
varios lados de Lima existen paraderos establecidos con un cartel de color azul;
la lógica seria que las unidades de transporte se cuadren para recibir gente
cerca del cartel y subamos ordenados por orden de llegada, pero no, al parar la
Kombi, se vuelve a repetir esa escena de Titanic, cuando están bajando los
botes salvavidas y la gente desesperadamente se aglomera para abordarlos, y en
vez de la suave y melodiosa voz de Celine Dion cantando “My heart will go on”,
escuchas una aguardentosa voz que dice “Habla Vashhhhh”,….. shube shube,
chantate alliiiii, poquito rápido, (no mucho si no poquito no mas) ……., a ver
acomodeshe, acomedeshe, todo Galvez…. 2 de mayo, palaciooooo, a ver papi
acomdeshe a la ventana pe, colabore peee papi; y cuando está por salir la
kombi, pero aún no está llena; se escucha como retumbantes tambores, la mano
del llena kombis golpeando la lata del vehículo, POM POM POM, chantate
chantate, shuben dosh, y cuando ya estas para salir, de nuevo, como si
estuviera en la partitura musical, POM POM POM, …..Espera falta uno pa’ que te
planches…; y al mismo tiempo el datero como parte del coro, lanza su
estrofa,….. se va Chacalón con 6, Torombolo y Care Canda’o están en correteo
con 3; y de fondo musical de tales inconfundibles voces, una salsita bien
canera en Radiomar Pluuusssss….. categóricamente superior, Ay que Ricoooooo……….
Después de ese bello concierto, la kombi finalmente arranca,
como un feroz bólido, a la orden de un expresivo….. Pishaaaaa; pero eso no es
todo, luego del show de embarque, viene el show de la cobranza, el cobrador
como inspirado por la música, también toca su instrumento; si señores un montón
de monedas, apiladas de manera horizontal a lo largo de su mano, al compás de
una vieja guaracha cubana, el cobrador hace uso de su destreza musical usando
sus dedos, para golpear las monedas contra su palma, sonando algo así, CHI CHI
CHI, CHI CHI RI CHI,…. A ver pashajeeeee, dondeeee, y de nuevo CHI CHI CHI, CHI
CHI RI CHI, a ver pashajeeee, dondeeee, y así sucesivamente, como cantante de
reguetón que arma su canción de 5 minutazos con solo una estrofa; hasta que una
persona le paga 1 sol por el recorrido de 1 sol 20, y el cobrador inspirado,
para de sonar sus monedas y cambia de estrofa brillantemente, falta veinteeee;
como cantante en concierto, que quiere interactuar con su público, hace que el otro le responda, … oye si yo
todos los días viajo y pago 1 sol, te
pasas oye, abusivoooo, quieres cobrar lo que quieres, que te has creído, eres
ladrón para cobrarme 20 centavos más, fuera de acá no te pago nada; y el
cobrador solo le queda decir,….. a la próxima avisa que no tienes plata peeee;….
y luego como en esos conciertos enardecidos de júbilo y la gente comienza a
corear la canción más popular del artista, todos gritan……Malcriadoooooo,
respeta oye que te crees tú, no sabes respetar……; y es allí cuando yo me mato
de risa; y digo pobre cobrador siempre es lo mismo, o es él o somos nosotros.
Y al terminar su gran concierto, ósea tu viaje; llegaste a
tu destino final, tu estas sentado en la parte de atrás, la kombi está llena
hasta en el pasadizo y tú ya quieres bajar , es como cuando tú quieres ir al
baño en pleno concierto y tienes que salir con malabares incluidos, lo peor de
todo cuando en el medio esta un zamborja, que te da paso, pero tú tienes que
pasar dándole la espalda a la humanidad frontal del embetunado pasajero en
mención; algunas y algunos lo hacen placenteramente, otros y otras no; luego de
él aparece un segundo escollo, un sobre alimentado y sudoroso personaje, que
también amablemente te da el paso, pero tu rostro tiene que pasar muy cerca de
una “perfumada” axila,empapada por la presencia de un caluroso verano; luego de
esa intensa travesía por fin puedes llegar a salir del vehículo, más maleteado
que escolar lornón, después de un apanado por su cumple.
El Perú, no puede ser perfecto………. Viajar en Kombi, parte de
nuestra cultura.
Jorge Horna!